La historia de nuestro recorrido comienza el 3 de diciembre de 1485 cuando Rodrigo de Borja (Alejandro VI) compra la villa de Gandia y empieza a dibujarse una ruta que recoge el esplendor de Gandia en aquellos años. Se inicia la construcción de la iglesia de Santa María (la actual Colegiata de Gandia), del Palacio Ducal, de la fundación del Convento de Santa Clara, y se funda, en una localidad próxima a Gandia, el monasterio de San Jerónim de Cotalba.

Comenzaremos nuestro recorrido por la iglesia de Santa Maria, en la céntrica plaza de la Constitución. Es una iglesia de estilo gótico catalán, funcional, con un espacio interior único y con una sobria ornamentación. Los pináculos y arbotantes se han sustituido por sólidos contrafuertes y la poca luz que entra en el interior, lo hace por el único rosetón de los pies y las ventanas laterales. La primera fase se realizó entre 1350 y 1420 y de la segunda ampliación se encargó María Enríquez (abuela de Francisco de Borja). Para realizar las esculturas de la nueva puerta de Los Apóstoles, María Enríquez contrata a Damià Forment (“el escultor más famoso y prestigioso de toda la Corona de Aragón” como le define el historiador Ximo Company). De estas esculturas, poco nos queda en la actualidad por la mala calidad de la piedra y por su destrucción en el año 1936. María Enríquez también trajo a Gandia a uno de los pintores italianos más prestigiosos del momento, Pablo de San Leocadio, a quien le encargó las 23 tablas del retablo mayor, destruido también a inicios de la guerra civil española. En este incidente también se perdió el relicario de la Santa Espina que donó el papa Alejandro VI y que había sido confeccionado con las joyas del ajuar de su hija Lucrecia.
María Enríquez también conseguirá de su suegro, el papa Alejandro VI, una bula en 1499 por lo que la iglesia de Santa María se eleva al rango de Colegiata.
Este edificio seguirá creciendo con el IV Duque de Gandia, Francisco de Borja. En 1547 logra el privilegio del Papa para que el deán, es decir, el abad, pueda usar mitra y báculo para las solemnidades.
La familia Borja fue la promotora de la construcción de la Colegiata de Gandia y, en esta misma plaza, se encuentra la escultura de bronce del patrón de la ciudad, Francisco de Borja, realizada por Vicente Rodilla Zanón en los años 60.

Seguimos por el centro de la villa de Gandia y, a escasos metros de la Colegiata, se encuentra el Convento de Santa Clara, en la plaza que lleva el nombre de María Enríquez. Fueron muchas las hijas de la ilustre familia Borja que pasaron su vida en este convento; allí también se retiró la misma María Enríquez cuando acabó su período de regenta en el Ducado de Gandia. En su altar mayor podemos ver las dos únicas obras del pintor Pablo de San Leocadio que se exponen en Gandia. Son dos óleos sobre tabla realizados entre 1507 y 1510, Nacimiento y Ascensión.

En otra céntrica plaza de Gandia, las Escuelas Pías, se encuentra la antigua Universidad de Gandia (1549-1772) fundada por el IV Duque y III General de la Compañía de Jesús, Francisco de Borja, que sería la primera universidad de la Compañía. En un principio se fundó como colegio y en 1547, cuando aún no habían finalizado las obras del edificio, el papa Paulo III accede a la petición de Francisco de Borja para transformarla en Universidad. Por sus aulas pasaron el mismo Francisco de Borja y otros personajes ilustres como Baltasar Gracián o el botánico Antonio Cavanilles. Sus puertas se cerraban en 1772 cuando Carlos III expulsa a los jesuitas de España. La antigua Universidad hoy es un centro docente de los Escolapios.

Pero el recuerdo de los Borja en la tradición educativa de Gandia no se ha perdido. A los pies de las puertas de la antigua Universidad, nos encontramos con cinco esculturas de bronce, obra de Manuel Boix, que representan los cinco personajes de la familia que más trascendencia han tenido en la historia. Las estatuas de la familia Borja se colocaron en la plaza de la antigua Universidad en 1998.

Sin embargo, Gandia ha recuperado recientemente su tradición universitaria. En 1993, se funda la Escuela de Gandia, que se constituye como Escuela Politécnica Superior durante el curso académico 1999-2000, ubicada en el Grao de Gandia.

Si no dirigimos hacia el final del centro histórico de Gandia encontramos la reconstrucción de las antiguas murallas de la ciudad, construidas para proteger a la villa del ataque de los piratas. Las murallas de la Vilanova fueron una de las primeras obras que acometió el IV Duque de Gandia, Francisco de Borja pero, con el paso de los años y el crecimiento de la burguesía, empezaron a ser un obstáculo y fueron derribadas en 1885. Como testigo de aquellas murallas, hoy nos queda el Torreó del Pi.

Podemos finalizar nuestra visita en el centro histórico de Gandia en el Palacio Ducal, posiblemente el monumento borgiano más representativo y residencia de los Duques de Gandia. Allí nació Francisco de Borja en 1510 y allí vivió como IV Duque de Gandia; de hecho se conserva su habitación y la máscara mortuoria que se le realizó.
Nuestra entrada, a través del patio principal, el Patio de Armas, nos dirige por una escalera exterior que nos adentra en el Salón de Coronas, una estancia muy amplia, rectangular con un techo de artesonado de madera, obra de Francisco de Borja, que se utilizó como sala de audiencia y administración de justicia. Otra estancia significativa es la Galería Dorada, concluida a finales del siglo XVIII para conmemorar la canonización de San Francisco de Borja. El Palacio ha sido construido, ampliado y restaurado a lo largo de siete siglos, por lo que encontramos vestigios del primitivo palacio gótico, aportaciones renacentistas y transformaciones barrocas y neogóticas.
Desde 1889 el Palacio es propiedad de la Compañía de Jesús.

Nuestra ruta a pie ha finalizado pero en coche podemos acercarnos y conocer otros edificios que reflejan la historia de los Borja en Gandia y en las localidades cercanas. En la partida de Fuente de Montaner, entre Gandia y el Grao, visitamos la Alquería del Duc, un edificio militar que debió servir como punto de vigilancia antes los ataques berberiscos. Desde finales del s. XVI perteneció a la familia ducal de los Borja, que la utilizaron como finca de recreo. Finalmente fue destinada a usos agrícolas hasta que en 1981 pasó a ser propiedad del ayuntamiento, que la rehabilitó para promoción turística; hoy es la sede del Centro de Desarrollo Turístico (CDT).

Del Grao nos dirigimos al interior de la comarca, en dirección carretera de Albaida. A escasos kilómetros de Gandia, entre huertos de naranjos, se alza el monasterio de San Jerónimo de Cotalba (Alfahuir), una estructura gótica medieval construida entre los siglos XIV y XVIII. Allí pasó sus últimos días la esposa de Francisco de Borja, Leonor de Castro.
Tiene numerosas y variadas dependencias de épocas y estilos diferentes, como gótico en la torre del homenaje, influencias mudéjares en el claustro inferior y en el acueducto exterior, renacimiento en el claustro superior y el estilo barroco en la iglesia y las fachadas.


Actualmente está abierto al público y el horario de visitas es:
Jueves. Inverno (16 de octubre al 15 de mayo). De 10 a 13 horas
Verano (16 de mayo al 15 de octubre): De 10 a 13 horas. De 17 a 18 horas
Los grupos pueden concertar su visita en el ayuntamiento de Alfahuir (962 83 54 38)
Sábados: Invierno (16 de octubre al 15 de mayo); 11,30 horas
Verano (16 de mayo al 15 de octubre): 11,30 y 17 horas
Los grupos pueden concertar la visita. Tel: 628 578 600