Foro Unidos contra la crisis.
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

Un ducado por un bizcocho,¿politica o reposteria? (recetas)

Ir abajo

Un ducado por un bizcocho,¿politica o reposteria? (recetas) Empty Un ducado por un bizcocho,¿politica o reposteria? (recetas)

Mensaje por Patricia Jue Jun 10, 2010 3:08 pm

Un ducado por un bizcocho
Escrito por Miguel A. Román.
Un ducado por un bizcocho,¿politica o reposteria? (recetas) 422
Los “savoiardi”, también llamados “boudoirs”, soletillas o “lady
fingers” (en francés, español e inglés respectivamente) son unos
bizcochos pequeños y alargados, típicos de la región de Saboya, que
estaba en los Alpes, a caballo entre el sureste de Francia y el
Noroeste de Italia. Se cuenta que estas galletitas de bizcocho eran el dulce predilecto del conde de Saboya Amadeo VIII, apodado “el pacífico”. El caso es que el Sacro-Emperador Segismundo de Luxemburgo,
uno de los más poderosos monarcas de aquel tiempo, hizo una visita al
ciudad de Ivrea, donde Amadeo tenía su palacio, buscando en él un
aliado para controlar los principados del norte de Italia.

Un ducado por un bizcocho,¿politica o reposteria? (recetas) 423

Lo cierto es que Amadeo había recibido de su padre un pequeño condado,
pero como era un hábil político, su posición había crecido desde
entonces en poder e influencia, pese a lo cual seguía siendo ignorado
por los gobiernos más poderosos. Así que la visita del emperador solo
podía significar su reconocimiento y su inclusión en la alta diplomacia
europea. Mas, su gozo en un pozo, Segismundo, tras varios días de
visita y conversaciones, se limitaba a dar vanas insinuaciones, rodeos
y circunloquios, que en nada mejoraban las condiciones de Amadeo. Así que, siendo 14 de febrero de 1416,
cumpleaños del emperador, Amadeo le hizo servir una enorme tarta hecha
con los suaves bizcochos típicos de la región. A Segismundo, que era un
goloso, le encantó la sorpresa, pero observó que el conde permanecía a
su lado puesto en pie.
– Amadeo, no sabéis cuánto os agradezco este presente, pero, por Dios, sentaos a mi lado y compartid conmigo esta delicia.
– De ninguna manera, excelencia –respondió Amadeo haciéndose el digno-,
pues a la mesa del emperador no debe sentarse un humilde conde.
– Cierto –dijo Segismundo, que no era tonto y las veía venir-, pero la
tarta tal vez sea demasiado grande para mí solo. Decidme, Amadeo, ¿qué
rango necesitaríais tener para que pueda compartirla con vos?
– Al menos debería ser duque, Majestad Imperial.
– Bien, me parece justo. Sea pues: Amadeo de Saboya y Berri, os nombro
Duque de Saboya. Ahora, sentaos junto a mí y ayudadme a dar cuenta de
este pastel.

Dicen que algunos no tenían claro si hablaban de política o de repostería. Lo
cierto es que el de Luxemburgo, además de tarta consiguió hacerse con
un buen bocado del territorio europeo, y el flamante ducado de Saboya
se hizo con la primacía en el Piamonte italiano, donde, por supuesto,
pronto se aficionaron a los suaves bizcochitos de Saboya.




Ingredientes:
– 5 huevos, claras y yemas separadas
– 150 gr. de harina de repostería
– 150 gr. de azúcar
– 50 gr. de azúcar en polvo (glas, impalpable)
– 1 cucharada de mantequilla

Herramientas:
– Separador de yemas
– Batidora de alambres
– 2 cuencos hondos para batir
– Cuchara de madera o espátula de silicona
– Manga pastelera con boquilla ancha
– Bandeja de horno – (opcional) papel de horno o lámina de silicona
– Horno

Primero es preciso separar las claras de las yemas. Para esto es mejor usar
unos coladores especiales, pero de cualquier forma hay que romper los
huevos con mucho cuidado, pues una sola gota de yema en las claras
podría arruinar todo el proceso. Es mejor que lo haga alguien que ya
sepa cómo se hace.

Batimos las yemas con el azúcar, hasta que quede una mezcla homogénea de color crema. En otro cuenco aparte batimos las claras durante bastante tiempo, hasta que queden a punto de nieve firme. Hay que procurar que los alambres de la batidora lleguen
al fondo para estar seguros de que no queda clara líquida alguna. Para
alcanzar el punto requerido puede que haya que batir durante varios
minutos, hasta que al sacar la batidora quede un espigón puntiagudo que
se sostenga por sí mismo. No es tanto una cuestión de maña como de
paciencia, pero está terminantemente prohibido juguetear con la
batidora por aburrimiento, que además salpica en todas direcciones.

Un ducado por un bizcocho,¿politica o reposteria? (recetas) 240
Recuerda
La espuma en las claras de huevo se produce al batir porque se alteran
las proteinas que contiene y se forma una sustancia capaz de contener
aire separado del agua, es decir, formar burbujas. Puedes aprender más
sobre este efecto [url=http://www.telefonica.net/web2/cienciaconbuengusto/Teoria/ESPUMAS/Tipos de espumas/ESPUMACLARA.htm]aquí.[/url]



Cuando esté, incorporamos a las claras las yemas batidas con azúcar, poco a
poco y revolviendo suavemente con la cuchara o espátula. Cuando estén
mezcladas las yemas, seguimos pero añadiendo ahora la harina. Hay que
hacerlo con delicadeza para no estropear la esponjosidad conseguida en
las claras (y que será, en definitiva, la que tengan los bizcochos),
así que añadiremos la harina poco a poco, cucharada a cucharada.

Al final obtendremos una masa suave, de color pálido. La dejamos reposar
unos momentos mientras preparamos una bandeja de metal para horno
untada ligeramente con mantequilla (también podemos utilizar papel de
horno bien extendido o una lámina de silicona). De igual forma, ponemos
el horno a calentar a temperatura media, unos 150ºC o poco más.

Preparamos la manga pastelera con la boquilla elegida y la llenamos con la masa
(las cantidades indicadas darán para dos mangas a media carga).

Un ducado por un bizcocho,¿politica o reposteria? (recetas) 81
¡Cuidado!
Es importante saber manejar la manga: con las dos manos (como siempre
en cocina); una sujeta –sin apretar- cerca de la boquilla, y la otra,
cerrando el extremo ancho, lo va retorciendo para hacer presión sobre
la masa y que esta salga suavemente por la boquilla. (Es posible que
los primeros intentos no den buenos resultados, pero la perfección se
consigue con la práctica).

Un ducado por un bizcocho,¿politica o reposteria? (recetas) 424Un ducado por un bizcocho,¿politica o reposteria? (recetas) 425


Un ducado por un bizcocho,¿politica o reposteria? (recetas) 426
De esta forma, sobre la plancha de horno, iremos dejando “dedos” de masa,
de un decímetro de largo y un par de centímetros separados entre sí. Cuando estén dispuestos, con la ayuda de un colador,
espolvoreamos por encima con azúcar en polvo, y los llevamos al horno,
(cuidando no quemarse, claro) aproximadamente 20 minutos, procurando
que queden hechos pero sin dejar que se doren (pues quedarían demasiado
secos).

Mientras se hacen, es el momento para ir recogiéndolo todo y dejarlo tan limpio como estaba al comenzar.

Cuando estén fríos habrá que despegarlos, con cuidado de no romperlos. Pueden utilizarse para hacer tartas o otros postres, pero también se pueden comer solos, mojados en leche o haciendo un sándwich con crema de chocolate y avellana. Wink
Patricia
Patricia
Ahorro Billetes
Ahorro Billetes

Mensajes : 372
Fecha de inscripción : 02/03/2010
Edad : 71

Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.