Cerca del pueblo de Caldes de Estrach, se levanta una torre que llaman de Los Encantados de la que cuentan distintas leyendas.

Esta es, la de una joven, hija de una familia de las más pobres del pueblo, desapareció una mañana sin dejar rastro. Durante mucho tiempo los vecinos buscaron a la joven, sin obtener ninguna pista de su paradero y cuando ya todos la daban por perdida, apareció una mañana ante la puerta de su casa, llevando con ella gran cantidad de joyas ymonedas de oro, tantas como para alejar la pobreza de la familia.
La joven conto que, estando caminando cerca de la torre de los Encantados, una enorme águila se lanzó sobre ella y haciéndola presa fuertemente entre sus garras, pero sin causarle el menor daño, la llevo hasta al interior de la Torre y la depositó en el suelo con suavidad, en ese mismo instante, el águila se convirtió en un apuesto joven que le pidió perdón por la forma en que la había arrebatado, rogándole que le ayudara a deshacer el encantamiento que sufrían su prometida y él, por las malas artes de un mago malvado, envidioso del amor que se profesaban.
El embrujo solo desaparecería cuando una joven accediera a quedar encerrada en la Torre hasta que una paloma viniera
a posarse en sus manos.
La muchacha conmovida por la triste historia decidió ayudar a deshacer el terrible hechizo, como agradecimiento el joven le aseguró que nada debía preocuparle mientras estuviera allí.
La muchacha sorprendida observo como un ejército de duendecillos se afanaban para mantenerlo todo ordenado.
Alguno de ellos le preparaban sabrosas comidas y otros le procuraban suntuosos vestidos y elegantes zapatos.
Todos los días, cuando despertaba, encontraba sobre su almohada una espléndida joya o un puñado de monedas de oro.
De esta manera pasó largo tiempo en cautividad, hasta que una mañana la joven vio una paloma que volaba derecha a su ventana, seguida de cerca por el águila. La paloma se acercó y suavemente se posó sobre sus manos. En ese momento, el águila recuperó su forma humana y la paloma se transformó en una preciosa joven de dorados cabellos.
Locos de alegría y agradecimiento por el buen corazón de la muchacha, que logro deshacer el encantamiento, la obsequiaron con más joyas y regalos añadidos a los muchos que ya tenía quedando la joven en libertad para volver con su familia.