La organización advierte al Consell que no puede "dejar tanta gente fuera" después de negarles el Ágora.

RAFEL MONTANER VALENCIA

A la Campus Party, el mayor evento del mundo en internet, se le ha
quedado pequeña la Ciudad de las Artes y las Ciencias tras 11 ediciones
consecutivas en Valencia. La empresa organizadora del encuentro, Futura
Networks, se ha visto obligada a limitar a 3.400 el número de
participantes-menos de la mitad con respecto al año pasado- después de
que "la dirección facultativa de las obras del Ágora no ha permitido que
ocupemos dicho espacio", explicó ayer Pablo Antón, director general de
Futura.
El Ágora que construye Santiago Calatrava se inauguró
provisionalmente en noviembre pasado para albergar el Valencia Open 500
de tenis, pero luego se volvió a cerrar para que continuaran las obras.
El edificio que se le ha negado a la Campus Party se volverá abrir
dentro de unos 100 días con motivo de la segunda edición del citado gran
evento deportivo.
La reducción a la mitad del aforo llega con
polémica, pues entre estas 3.400 plazas sólo habrá 1.500 fijas. "No
caben más", lamenta Antón. Para poder atender la demanda se han creado
700 plazas de movilidad para los "campuseros" que asistan con
ordenadores portátiles. Éstos, pese a pagar también 93 euros como los
puestos fijos, deberán conformarse con sofás, puffs y varias mesas en
las que podrán sentarse como si fuera un lugar permanente, "con la
salvedad de que no se podrán reservar durante toda la semana", advierte
la organización en su web.

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